domingo, 29 de septiembre de 2013

Cronoscopio

Palabras una a una descosidas de tu cuerpo, atraídas con cuidado al calor de mi regazo, al silencio de tus sueños. La cartografía del plano hacia los pasos que secundan cada uno de tus recuerdos, cada uno de tus latidos. Viento al norte y esa luz que me guía por el laberinto de los crujidos de tus deseos, inevitables, a la altura de mis sentidos, al final de tus terminaciones umbilicales. Que cada uno de tus viajes repose y descanse en cada uno de mis movimientos.
Y que cada susurro asalte la idea de un cronoscopio donde las estrellas dibujen un círculo concéntrico alrededor de nuestro mundo, de ese que creamos cuando los dos cruzamos esa mirada que nos llevó al punto exacto del principio del Universo.

martes, 24 de septiembre de 2013

Luna llena de otoño en un día soleado


Partamos de la idea en la que tú eres mi color favorito y yo soy tu prosa en cada párrafo de esa historia de amor no comenzada. Partamos de ello y desde este preciso momento hazme ser el pretexto para cada una de tus sonrisas.


lunes, 16 de septiembre de 2013


Tu ombligo entre paréntesis
para tararear tus respiraciones
y dar tiempo al Sol
a leerte un cuento
con nudos sin desenlace.

domingo, 8 de septiembre de 2013

3

Tu ropa.
Ligereza que me lleva a la verdadera cuestión del asunto.
¿Cuándo vienes a mi cama?

domingo, 1 de septiembre de 2013

Calor de invierno


Un día el mundo será feliz y la luz llegará a todas partes. Un día esa luz se convertirá en calor, en calor cálido, en una rara sensación. La sensación de estar viviendo un sueño, una historia, un cuento con final trágico y feliz. La tragedia de no poder ser tristes, de no poder llorar por dolor.

Dolor por el mundo feliz.

La luz roja se proyectará en nuestros oídos, y éstos captarán el sonido del color. Color rojo de labios carnosos, o de labios sangrando, heridos por el sonido que proyectan sus facciones. La fracción de segundo que separó ese mundo paralelo. Indiferente me es que todo sea igual, igualmente amarrado al mismo puerto, sin destino donde ir, sin parada a descansar, sin descanso y respirar.

 Respiro, luego existo, aunque extinga toda esperanza.

Espera el camino que te llevará al final, al final del círculo, del puerto no amarrado, nuevo, con pulmones. Al diferente a la igualdad, a un puente sangrante y carnoso, como labios al borde de cuentos e historias trágicas y felices, contadas por sonidos y oídas por oídos, pensando, sin jamás cerrar los ojos, en sueños rojos, cálidos y raros, sensación que convertirá la luz de todas partes en calor. Y allí amarrando una esperanza me verás, formando y transformando lo que será, un día, un mundo feliz.