martes, 5 de febrero de 2008

Hermanos de agua

Mil perdones por mi tardía renovación, pero los estudios no dan tiempo para nada…
Así que de regalo una pequeña historia…

Hermanos de agua

La niña permanecía alerta, sobrepasando el límite de la intranquilidad. La sombra había aparecido varias veces, y ella se impacientaba. Cerró los ojos fuertemente, y en ese momento una imagen surcó su cabeza, dejándola sin respiración. Unos grandes ojos azules acompañados de un rostro con una leve sonrisa se unían al paisaje de un manantial. Llovía, mientras se oía el trabajo lejano de una tormenta. El pelo rubio y brillante del niño se mojaba, y sin dejar de sonreír se acercó al manantial. Se agachó y cogió un poco de agua con sus manos puestas en forma de cuenco, y con cuidado lo vertió sobre la niña. Ella comenzó a notar calor en su cuerpo, pero sin que este llegara a ser incómodo. Expiró y dijo: “No hace tan buen día como ayer, hermano”. El niño aumentó la sonrisa: “el día no es mejor o peor por el tiempo, sino por la felicidad con que se lleve”, le contestó.
La niña afirmó, y cogiéndole de la mano, saltaron al manantial.




Volveré

Ragga*