A través de la ventana sólo la luz traspasa a la habitación, el ruido se queda fuera. Sombras proyectadas en armonía con el leve y acompasado respirar. Piernas entrelazadas, deshaciendo toda simetría. La piel, morena y desnuda, en contacto con las sábanas por puro desliz. El pelo en desorden, libre. Y la mente viajando, ajena al mundo, en ensoñaciones que resbalan por las sienes, recorriendo hombros, pecho y cintura para impulsarse y acabar volando lejos de esa cama. Y me quedo quieto, inmóvil, observando. Dejando constancia a mis retinas de este momento. Dormida y alejada de toda incertidumbre, eres calma. Eres calma trastocando todas mis ideas del amor.
domingo, 10 de septiembre de 2017
jueves, 27 de julio de 2017
Letargo
Los ojos se abren y el vientre oxidado se resiente ante el primer movimiento de espiración. Rasga, araña la piel y retiene un hilo de luz entre polvo y silencio, donde todo había quedado sepultado. Ahora resurge, impertérrito. Sin miedo. Se resquebraja la raíz, brotando de nuevo, sin más testigo que la noche. Y con sigilo, vuelven las palabras. Vuelve la insaciable sed de voltear lo de dentro, lo que las entrañas esconden, al papel. Y el letargo, ajeno al tiempo, llega a su fin.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)