domingo, 20 de marzo de 2016

Madame Bovary


Y la bruma golpeaba toda incertidumbre, al borde de la inconsciencia y el baile a dos de la última luna llena de la noche. Terminación en salitre, principios aislados en vacío, y pasos al ritmo del viento. Sedientos, ardemos. Y no nos conformamos. El eco vuelve. Entrelazando el cielo a las metáforas de unos labios pintados a las seis, en la madrugada todos duermen, y yo me acuerdo de ti.