martes, 16 de febrero de 2016

G. Abstracciones (I)


En el patio, las escaleras que llevan a la puerta de casa son de piedra. Hoy están húmedas, frías. La lluvia que ha caído por la mañana, cuando el sol aún hacía acto de presencia de forma tímida, se ha vaporizado en parte, mientras que la otra se ha recluido en su interior. Las observo desde la ventana de la cocina, entreabierta, y mimetizo su situación con la mía, con el recuerdo de M, que me rodea, envolviéndome, recorre mi espalda tensándola y se clava muy poco a poco, como disfrutando del momento, en el pecho. Y abro la puerta, me siento en esas mismas escaleras y desayuno, apoyado en ellas con una mano, notando como ese frío que respiran es el que a mí me ahoga desde hace cinco meses, cuando todo se desmoronó.