domingo, 20 de enero de 2013

Penumbra de papel



Figurita de mazapán, que te escondes tras un do sostenido, variando mis ritmos circadianos. Interludio de mis sueños, que me deslizan acariciando las costuras de tu invierno.

Aguacero en tu corazón, que evito con un soplido y un paseo por tus piernas. Palabras escondidas en tu cuello, y proyectadas a tu oído en forma de espiral, aventurándome a dibujarte escalofríos por cada suspiro repartido en el iris de tu mirada. De las estrofas de tus labios salieron dos sílabas en re mayor, que anunciaban silencios solapados por las yemas de tus dedos, y un viaje a las Pléyades a miríadas de tu cama. Abastéceme de besos para la batalla que comienza en tu cintura, y acaba al proyectarse en ti las sombras de la ventana.

Y luego, amanecer en tu espalda, respirando al pulso de tu tacto. Y solamente un deseo rondando en mi cabeza. Que esa sonrisa que anuncia tu despertar

sea siempre por mi puñetera culpa.